
Título: Solsticio Sinestro
Autor: Varios autores
Impedimenta (2023)
Páginas: 288
Cuentos para las noches más largas.
Este libro es un recopilatorio compuesto por doce cuentos de diferentes autores cuyo nexo común es que todas las historias, de un modo más o menos cercano y más o menos intenso, tienen alguna relación con la Navidad. También, claro está, con las noches más largas del año. Esas que ocupan el día y cuya negrura se apodera pronto de la tarde. Los autores que encontramos son de distintos estilos, pero todos ellos considerados maestros del terror del siglo XX, como Daphne du Maurier, Hugh Walpole, Muriel Spark o Robert Aickman.
Solsticio siniestro nos invita a emprender un viaje acompañados de sombras, espectros, ilusiones, creencias, etc. en cuentos que funcionan como si la obra en conjunto fuera una suerte de laberinto cuyas paredes estuvieran recubiertas de misterio y suspense. Tendremos que recorrer extraños pasillos, entrar en habitaciones no siempre agradables, sentarnos en algún que otro cruce de caminos o pasear por lagos helados sin saber cuál es la dirección correcta que debemos tomar para desvelar los secretos que cada una de las historias esconde en su interior. Secretos oscuros que mecerán nuestros sueños en esas noches largas y quién sabe si en alguna más.
Todos los autores, cada uno con su pluma característica, son expertos en la creación de atmósferas inquietantes, lo que hace que la imaginación se desate libre desde la primera página. Personajes, lugares y sensaciones que te hacen leer con ganas para desenredar los enigmas de cada relato. Enigmas que mantienen tu atención hasta el final.
Dentro de los doce cuentos, como he dicho, hay diferentes etilos y tipos, así como distintas formas de hacernos pasar miedo. A mí, particularmente, me ha gustado especialmente el segundo cuento —La habitación azul, de Lettice Galbraith— y me ha causado mucha impresión el décimo —El barrendero, de Muriel Spark—. El primero, de Dapneh du Maruier (El manzano), también me ha gustado bastante, como el de Elia Wilkinson Peattie (En los hielos boreales) o el de James Turner (Una nevada). Es difícil quedarse solo con uno o un par, ya que es la combinación lo que hace que el libro sea una delicia. Una delicia, por cierto, muy cuidada y bien editada.
Solsticios siniestros que revelan verdades ocultas; historias cargadas de intriga que te abren los ojos y te invitan a ver la belleza de cada sombra, pues la hay. Suspense y fantasía, tradición y superstición para construir un mundo en el que lo sobrenatural se mezcla con la realidad y satisface la búsqueda de una experiencia literaria llena de misterio. Un texto en el que cada palabra pesa, juega y luce en la inmensidad de las noches más largas.
Sinopsis: Llega el invierno, las noches son más largas. Hay quienes se reúnen bajo el muérdago con sus familiares y amigos; otros abogan por la abolición del espíritu navideño bajo el lema «Prohibir la Navidad o Morir». Entre las páginas de esta colección de relatos acechan fantasmas y casas encantadas, pero también problemas cotidianos mucho más reconocibles y no menos aterradores. Y todos ellos tienen una cosa en común: el frío. Ese frío que nos recorre la columna al abrir la ventana una tarde de invierno, ya sea porque ahí fuera sopla una brisa helada o porque… ¿Quién sabe qué se esconde en esa oscuridad?
Esta colección cuenta con grandes nombres de la literatura, pero rescata también a maestros del género menos reconocidos. El resultado es una deliciosa oda a lo escalofriante y a lo extraño.
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