El jardín del sur

Doce meses, doce diosas.

Divinas: Mitología, poder y energía femenina, de Andrea D. Morales e ilustrado por Naranjalidad, nos invita a descubrir una diosa diferente de la mitología clásica mundial por cada mes del año. Con un enfoque para todas las edades (el libro es accesible a partir de los doce años), busca inspirarnos y ayudarnos a cultivar nuestro poder interior. Quiere que ampliemos nuestro conocimiento y nos dejemos guiar por la inspiración que cada diosa puede brindarnos. Así, además, podremos visitar distintos universos que nos llevarán a reflexionar sobre la magia, el amor, la muerte, etc.

El libro se estructura en doce capítulos con un estilo narrativo sencillo y altamente visual que resulta accesible para todo tipo de lectores. Cada capítulo está dedicado a un mes y, a su vez, a una diosa. Estas deidades, además, desempeñan un papel crucial en cada estación del año, ya que cada tiempo posee características distintas dependiendo de esa estación. Así, a lo largo del libro leeremos sobre diosas que representan la abundancia, el amor, la muerte o el renacimiento; también la venganza y la oscuridad.

Un libro bello que nos sumerge en las historias ocultas tras esos seres siempre divinizados y que, en realidad, no dejan de ser mujeres que tuvieron que tomar, a veces, complicadas decisiones. Hijas de su tiempo y de sus poderes que superaron innumerables desafíos y lucharon por sobrevivir frente a los caprichos del destino.

Cada uno de los capítulos que componen el libro se convierte, de este modo, en una oportunidad para entender mejor la vida de estas diosas, con independencia de su naturaleza y origen. Personalmente, me han gustado mucho los capítulos dedicados a Minerva y a Morrigan. Quizá mi espíritu sea más guerrero de lo que pensaba o, tal vez, sea la época que vivimos la que me impulsa a serlo. No lo sé con certeza, pero, de cualquier modo, son diosas asombrosas y admirables que recuerdo con frecuencia desde que terminé de leer el libro. De hecho, de vez en cuando vuelvo a esos capítulos para, en cierto modo, darme energía.

Echo de menos, eso sí, que en el libro no haya una información detallada sobre las fuentes usadas durante su escritura. Estas referencias serían útiles para ampliar conocimientos. Estoy acostumbrada a encontrar, sobre todo en ensayos, páginas finales con referencias que, no puedo evitarlo, subrayo o anoto para consultar más adelante. Entiendo que esta obra no está dirigida solo a adultos y que su objetivo principal es el de atraer a un público joven hacia el tema de las diosas para que luego investigue por su cuenta y que por eso, tal vez, estas referencias no son necesarias.

El tono del libro, como os decía, pensado para posibilitar una llana comprensión lectora, no necesita por tanto de conocimientos previos sobre el tema. Así, solo hay que dejarse llevar por las historias que narra y disfrutar de lo que vemos y leemos.