
Título: El hombre del laberinto
Autor: Donato Carrisi
Los Imperdibles. Duomo (2023)
Páginas: 320
La caza del monstruo empieza dentro de tu mente.
El hombre del laberinto es la última novela del autor italiano Donato Carrisi, que se dio a conocer, hace ya unos cuantos años, por sus thrillers protagonizados por la pareja literaria de investigadores Marcus, un sacerdote penitenciario cuya misión es encontrar el mal, y Sandra, fotógrafa de la policía que también tiene un don. Puede hacer visible lo invisible a través de su cámara. Esta saga está compuesta por tres novelas: El tribunal de las almas, El cazador de la oscuridad y El maestro de las sombras. Carrisi también tiene, por supuesto, novelas independientes. Entre ellas, uno de los mejores thrillers que yo he leído en los últimos años: La chica en la niebla. Si no habéis leído este libro, os lo recomiendo sin duda. Es una maravilla. En 2017 hicieron una película, dirigida por el propio Carrisi —no hay que olvidar que también es guionista además de periodista y director de cine— protagonizada por Toni Servillo, Alessio Boni, Lucrezia Guidone, Jean Reno, Galatea Ranzi o Lorenzo Richelmy, entre otros. Personalmente, me gustó más el libro, que fue como una bofetada. Libro del que a día de hoy me sigo acordando con cierta frecuencia. También porque son muchos los autores que intentan imitar a Carrisi y, claro, uno se da cuenta. Las comparaciones…
Al margen de las novelas independientes y de la saga vaticana (así es como llamo yo a la protagonizada por Marcus y Sandra debido a los temas bíblicos que suele haber implicados), Carrisi tiene otra saga que arrastra fieles a millones y que es a la que pertenece la novela de la que hoy hablamos. Se trata del denominado Ciclo de Mila Vasquez, compuesto por Lobos (El susurrador en reediciones posteriores), La hipótesis del mal, El juego del susurrador y El hombre del laberinto. De todas ellas encontrareis crítica completa en el portal. Más abajo os dejo, como hago siempre que son sagas, los enlaces.
El hombre del laberinto, he de decir, que me ha recordado y mucho a El juego del susurrador. Mentiras, engaños, suposiciones, metáforas, juegos mentales, laberintos de todo tipo y personajes confusos y oscuros. Una trama sumamente compleja en la que hay que estar muy atento porque cada detalle, incluso los que parecen insignificantes, nos proporcionan interesantes pistas. Atentos a aquellos que parecen errores de argumento porque, vaya, tal vez no lo sean. La atención meticulosa al detalle de Carrisi es casi obsesiva, por lo que os invito a convertiros en obsesivos también.
Y, mirad, me encantaría contaros más de este especial texto, pero apenas si puedo decir que hay una niña desaparecida que reaparece muchos años después. Un secuestrador con una máscara de conejo que hace que piense o bien en una versión siniestra de la película Harvey o en Inland Empire y los conejos de Lynch; o incluso en la famosa liebre rosa que se aparece en ‘Los Sims’ (el videojuego de EA) cuando estos se sienten muy solos. Lo sé. Extraña mezcla. Y todo ello, sin contaros más, nos sumerge en un oscuro y enigmático laberinto de misterio y suspense que se devora.
La historia se desarrolla a través de múltiples puntos de vista, creando un ambiente constante de intriga. Con un ritmo rápido, si bien, creo, más pausado que en novelas anteriores, Carrisi construye una trama repleta de giros insospechados. Giros que aumentan la sensación lectora de estar recorriendo un laberinto o, tal vez, varios. Sin tener claro a quién pertenece cada uno de ellos o en qué lado de la balanza —bien o mal, verdad o mentira, realidad o ficción—, te encuentras en cada momento. Eso genera una impresión progresiva de asfixia, pero también, claro, de ganas de seguir leyendo para salir de todos esos lugares oscuros que Carrisi te obliga a visitar. Es, a veces, para que me comprendáis mejor lo que quiero decir, como estar dentro de una atracción de espejos.
Tensión en cada página, sello de Carrisi, con un desenlace también muy Carrisi que nos obliga a esperar al próximo libro de la saga porque si bien Mila Vasquez parece aquí una simple sombra (a pesar de que el libro pertenece a su ciclo), todo cambia en el tramo final.
Un enigma intrincado que nos invita a reflexionar sobre la maldad más pura, la naturaleza humana, la identidad y la memoria. El olvido como salvación o como castigo. La reinvención como supervivencia o como condena.
#ElhombredelLaberinto, de @DonatoCarrisi, es un enigma intrincado que nos invita a reflexionar sobre la maldad más pura, la identidad y la memoria. El olvido como salvación o como castigo. @Duomo_ed #Críticaliteraria completa en #ElJardíndelsur.
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Sinopsis: En medio de una ola de calor que altera el ritmo de la vida, Samantha, desaparecida cuando era una niña, emerge de la oscuridad. Traumatizada y herida, su mente esconde las pistas que podrían llevar hasta su carcelero: el hombre del laberinto. Este podría ser el último caso de Bruno Genko, un inspector de asombroso talento que no se enfrenta por primera vez a un secuestro de estas características. Pero las pistas anidan en lo más profundo de la mente de Samantha, detrás de puertas de hierro y pasillos interminables.
Reseñas anteriores:
- El juego del susurrador (Donato Carrisi)
- La chica en la niebla (Donato Carrisi)
- El cazador de la oscuridad (Donato Carrisi)
- La hipótesis del mal (Donato Carrisi)
- Lobos (Donato Carrisi)
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