El jardín del sur

No sé cómo explicar cómo me hizo sentir la lectura de En casa, de Judith Hermann. Al terminarlo, al cerrarlo, pude escuchar una lluvia que entonces ya no caía. Sentir el latido del cambio. Sentir la casa, mi casa, de un modo diferente. Y no tanto la casa material, que también, sino la casa inmaterial. Lo que conforma el hogar. Lo que hace que unas paredes, un techo, un lugar, sea tu casa. Una experiencia extraña y hermosa  a un tiempo.

Hermann, conocida por varias colecciones de cuentos como Nada más que nosotros, Afuera podría caer una estrella y Alice (que ahora mismo no están disponibles es español. Yo, al menos, no los he encontrado. Espero que pronto podamos disfrutar de ellas), con un estilo literario melancólico y muy inspirador, nos invita a acompañarla en un viaje íntimo, profundo, que nos hará replantearnos realidades propias que creíamos inamovibles. Nos hará hacernos esas preguntas tan incómodas que, por norma, casi todo el mundo prefiere evitar. ¿Cuáles? En el fondo son sencillas en su formulación, aunque esconden un significado transcendental. Por ejemplo: ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Soy feliz? ¿Por qué sigo aquí? ¿Por qué no me voy? ¿Es este mi sitio? ¿Soy yo o son los otros los que toman las decisiones? ¿Y por qué he de tomar tantas decisiones? ¿Por qué debo encajonarme para ser feliz? ¿Por qué…

Lo de encajonarse es aquí una referencia metafórica constante, importante desde el principio —desde que la protagonista, una mujer de cierta edad, decide dejarlo todo atrás y emprende una nueva vida alejada de su marido, su hija y la ciudad. Desde que se muda a un lugar de la costa, a una casa solitaria y empieza a entablar nuevas relaciones con los demás y con ella misma— y está representada por varios tipos de cajas que simbolizan diferentes formas de comprimir la vida. Reducirla. Cajas que son cajones que un mago debe cortar con una persona dentro; trampas para animales; casas a punto de estallar por la acumulación de objetos, en su mayoría inservibles, que solo dejan espacio para un simple recorrido, como si su habitante fuera en realidad un hámster en lugar de un humano; y la caja final, la que más se teme, el ataúd. Cajas que aluden a una suerte de vacío existencial y que sirven para regresar a las preguntas que hace un momento enumeraba.

Vidas metidas en cajas que deben saber o aprender a salir de ellas. Salir a la intemperie. Aprender a recorrer solas el camino, sin anclajes, libres. Por eso os decía que las cajas de esta novela son una alegoría. Como lo es la lluvia o el sol. El mar, el calor, la tierra, el trabajo, la amistad, el amor, el sexo, los animales o la simple sensación (que en el fondo no es tan simple, ¿verdad?) del viento acariciándote la cara. Ese viento que te hace sentir más vivo que nunca. Ese viento que te dice, sin que apenas te des cuenta, que estás en casa, que has llegado, que tu camino empieza a tener sentido, que has abandonado la caja y que ya no vas a volver a ella. Ese viento que te mece y te hace sentir bien, ingrávido, feliz, y que suele traer consigo los recuerdos buenos del ayer y las sombras de vivencias futuras que, tal vez, por qué no, también sean buenas.

En realidad, en esta novela, cada elemento que aparece, en cierto modo, tiene un significado especial con los que Hermann explora la soledad, la pérdida, la memoria y la no tan simple vida cotidiana. Temas complejos abordados con gran sensibilidad y una prosa poética envidiable, llenos de significado emocional, que evoca sentimientos muy profundos en el lector.

#EnCasa, de #JudithHermann, es una novela en la que se explora lo que conforma de verdad el hogar. Con gran sensibilidad y una prosa envidiable, evoca sentimientos muy profundos en el lector. @alianza_ed #Crítica completa en #ElJardíndelsur.

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Sinopsis: Vive en la ciudad, trabaja en una fábrica de cigarrillos, podría viajar en un crucero a Singapur como asistente de un mago y debe decidirse. Media vida más tarde, recuerda repentinamente ese punto de inflexión largamente olvidado. Escribe cartas a su exmarido donde cuenta cómo le va en su nueva vida a la orilla del mar en el norte. En el intenso paisaje de la costa, se convierte en otra persona. Un viejo mundo se pierde y nace uno nuevo. Ella ha montado su casa, ha trabado una amistad cautelosa y probado de nuevo suerte en el amor. ¿Debe quedarse o seguirá su camino?

Judith Hermann (Berlín, 1970) se ha colocado en las listas de los libros más vendidos de Alemania con su última novela, En casa, que ha sido galardonada con el Premio Bremen de Literatura y narra la historia de una mujer que deja mucho detrás de sí: los recuerdos, las decisiones y el instante en que la vida se bifurca.