El jardín del sur

Tengo sentimientos encontrados sobre este libro. En líneas generales, El final de la historia, de A. J. Finn, me ha gustado, pero se me ha hecho largo. Creo que es porque, a pesar de mantener el interés y la curiosidad durante toda la historia, la narrativa experimenta demasiados altibajos que interrumpen el equilibrio necesario en este tipo de trhillers para evitar que la lectura pierda atractivo.

Con todo, el libro me ha parecido interesante. Su trama engancha al lector y lo impulsa a seguir leyendo, incluso en los momentos más pesados, porque despierta mucha curiosidad. Este efecto se debe al gancho (o zanahoria que seguir), el cual está colocado de manera muy hábil al inicio de la novela. Este anzuelo es crucial para que el lector se mantenga interesado en la lectura hasta el final. En este caso, se relaciona con la misteriosa desaparición de la primera esposa y el hijo de un exitoso escritor que está a punto de morir. Asunto que otra escritora, esta novata, invitada por el primero, quiere y necesita resolver mientras escribe una biografía sobre el hombre que hay detrás de aclamado literato. De este modo, junto con la protagonista principal, entramos de lleno en la vida y miserias del escritor, su familia y amigos, así como en su pasado y presente.

El incentivo para mantenernos en la lectura, por tanto, es atractivo, pero para mi gusto hay demasiados capítulos en los que este desaparece casi por completo, dejándonos en una especie de limbo sin saber muy bien a dónde vamos. Perdidos, seguimos leyendo porque somos curiosos y queremos regresar al camino de baldosas amarillas que lleva a Oz. Llegaremos a Oz, sí que lo haremos; si bien, para eso tendremos que superar una lenta segunda parte del libro (si lo dividiéramos en cuatro), que es todo un desafío.

La trama, de manera global, está bien construida y los personajes bien desarrollados. En general, la resolución de la historia cierra de forma satisfactoria todos los elementos que lograron engancharnos; no obstante, tras el giro final, que resulta ir acompañado de una sorpresa inesperada —la zanahoria, por fin alcanzada, viene con un regalo que no has visto venir en toda la historia. ¿Cómo no lo he visto venir?, te preguntarás, pero no lo has hecho—, se nos dan demasiadas explicaciones. Un lector habituado a leer mucho y muy diferentes tipos de novelas de suspense y/o misterio no necesita tantas aclaraciones. ¿O tal vez sí? No lo sé. Quizá sea una cuestión de gustos personales y manías. Es cierto que los protagonistas principales son escritores, y que a los escritores nos encanta escucharnos a nosotros mismos (eso dicen), pero aún con esa idea en la cabeza y por tanto en el argumento, el desenlace es demasiado largo.

Así, El final de la historia presenta una trama con una buena dosis de intriga, pero con ciertos altibajos en la narrativa, lo que puede dificultar el ritmo de lectura. A pesar de ello, la historia mantiene el interés del lector hasta llegar a un giro final con sorpresa que resulta satisfactorio.

Sinopsis: Esta es la escalofriante invitación de Sebastian Trapp, reconocido novelista de misterio, a Nicky Hunter, la profesora y crítica experta en su obra con la que mantiene una relación epistolar. Desde la mansión del autor en San Francisco, Nicky comienza a desentrañar la historia de la vida de Trapp bajo las atentas miradas de su enigmática esposa y de su hija mayor. Pero Sebastian Trapp es un misterio en sí mismo. Y tal vez un asesino. Hace dos décadas, su primera esposa y su hijo adolescente desaparecieron; el caso nunca se resolvió. ¿Está el maestro del misterio jugando un juego mortal? Cuando un cuerpo emerge en el estanque del jardín, todos se dan cuenta de que el pasado no está enterrado, está esperando.