El jardín del sur

Cómo vender una casa encantada es una novela de terror escrita por el novelista y guionista estadounidense Grady Hendrix. En principio, puede parecer una historia típica, especialmente por el título, pero está contada de manera distinta. Es una mezcla de terror sobrenatural, relaciones familiares y un toque de humor. Hendrix combina hábilmente estos elementos para tejer una ficción que sigue el proceso de duelo de dos hermanos (chico y chica) tras la muerte repentina de sus padres. Hermanos que se convierten entonces en los dueños de una casa embrujada.

Es un libro de tono ligero y grato, a pesar de tratar la muerte y el duelo, el dolor y la superación por la pérdida, pues Hendrix, como es habitual en todos sus libros, utiliza la sátira y el humor como descarga de la tensión que se pueda acumular durante la lectura, bien sea por el tema tratado o por la influencia sobrenatural y el horror que lo envuelve. Adopta una narrativa que compensa la tensión con humor negro para mantener atento al lector. De ahí que se pueda decir que, a diferencia de otras ficciones similares en las que la muerte obliga a vivir experiencias incomprensibles y aterradoras relacionadas con una casa y los objetos que la habitan —en este caso muñecos y marionetas que la madre de la familia hacía con una frecuencia enfermiza, y otro tipo de manualidades hechas también compulsivamente—, esta historia rompe los esquemas más tradicionales del género de terror. Hendrix aborda los tópicos del género desde una perspectiva fresca y un enfoque que capta con éxito la atención tanto de seguidores devotos del terror más puro como de aquellos que no son fanáticos del horror.

Casa encantada y muñecos aterradores; hermanos protagonistas cuyos papeles se dividen entre la sensatez de ella y el pasotismo de él; un testamento que nadie espera y la pelea por la herencia; el duelo y la verdad, esa que se esconde en los rincones de una casa que ninguno quiere recordar cómo era y en realidad todavía es. Una casa que se abraza a un pasado que ambos, cada uno a su manera, ha decidido olvidar.

La dinámica entre los dos hermanos proporciona momentos cómicos y también conmovedores, lo que amplia la parte más humana de la historia. Nutre la narrativa de situaciones satíricas, pero sin excederse ni sobrepasar la frágil línea que haría que el lector se sintiera incómodo o que hiciera que la historia resultara inverosímil. Los diálogos entre los hijos del matrimonio fallecido y parte de la familia materna (compuesta por mujeres fuertes de arraigadas y curiosas creencias; de lo mejor de la novela), sirve para que la lectura sea entretenida y haya un buen maridaje entre la tensión y el suspense general —que hace de esqueleto que todo lo resiste—, así como del terror más feroz, que llega a partir de la mitad del libro. También para que se alcance un desenlace ciertamente entrañable.  

La construcción del universo de Cómo vender una casa encantada es otro punto a destacar. Hendrix crea una ambientación convincente que equilibra el realismo de la pérdida, el duelo y el dolor, con la parte práctica de todo ello (el dinero y las herencias), sin olvidar, por supuesto, los fenómenos paranormales. La casa se convierte así en un actor por derecho, con su propia historia y secretos. Un proceder sutil a través del cual, además del miedo, se tratan temas más oscuros como la orfandad, el abandono o la culpa.

En conclusión, Cómo vender una casa encantada es una obra original que satisfará tanto a los amantes del terror como a aquellos que buscan una experiencia literaria distinta sobre el miedo, el dolor, la muerte y la culpa.

Sinopsis: Cuando Louise se entera de que sus padres han muerto, teme volver a casa. No quiere dejar a su pequeña con su ex y volar a Charleston. No quiere enfrentarse al domicilio familiar, donde se amontonan los restos de la vida académica de su padre y de la constante obsesión de su madre por los títeres y los muñecos. No quiere aprender a vivir sin las dos personas que mejor la han conocido y más la han querido del mundo entero.

Sobre todo, no quiere tener que lidiar con su hermano, Mark, que nunca ha salido de Charleston, es incapaz de conservar un empleo y no lleva bien el éxito de Louise. Por desgracia, ella lo necesita, porque, para vender esa casa, va a hacer falta algo más que una manita de pintura y retirar los recuerdos de toda una vida. Pero hay casas que no se dejan vender, y la de Louise y Mark tiene otros planes para ellos dos…

Grady Hendrix, autor superventas, aborda el clásico de la casa encantada en una nueva y apasionante novela que explora hasta qué punto el pasado ―y la familia― pueden llegar a aterrarnos más que cualquier otra cosa.