El jardín del sur

Un lugar remoto. Tres muertes inexplicables. Una testigo sin memoria. Una investigación sin apenas pistas.

Desde hace muchos años, no hay verano sin una novela de Mari Jungstedt. Por lo menos, en lo que a mi verano se refiere. También solía estar presente Viveca Sten —igual de conocida por sus novelas de misterio y crimen ambientadas en la isla de Sandhamn—, pero este año, de momento, tendremos que pasar el verano sin ella. Ya veremos qué pasa en el otoño y el invierno.

No te pierdo de vista es la decimoquinta entrega de la famosa serie de libros ambientados en Gotland (Suecia) protagonizados por el detective Anders Knutas, la inspectora Karin Jacobsson y el periodista Johan Berg. Novela intrigante, más apegada a los orígenes de la saga en cuanto al misterio que esconde y los crímenes que hay que resolver: un conjunto de muertes que ocurren en una isla remota (perteneciente al archipiélago de Gotland) llamada Lilla Karlsö.

Os dejo aquí una imagen del archipiélago para que podáis apreciar mejor dónde se sitúan todos los escenarios de la serie y, más concretamente, los de la novela de la que hoy hablamos.

En Lilla Karlsö aparecen muertos varios jóvenes universitarios que habían ido a pasar un fin de semana a esa solitaria isla antes de que comenzara el nuevo año académico. Las muertes se producen en extrañas circunstancias y solo hay una superviviente que regresa con vida, pero sin memoria. En cuanto se corre la voz de lo ocurrido, la universidad se convierte en un escenario de miedo continuo porque nadie sabe quién ni por qué han matado a los estudiantes. ¿Casualidad? ¿Un hecho aislado?

El inspector Knutas y su compañera Jacobsson, con ayuda del resto del equipo de la comisaría y con algunos policías venidos desde Estocolmo, se verán envueltos en un caso que se irá complicando a medida que avanza la trama, pues desentrañar las pistas no será tarea sencilla. Tampoco encontrar la verdad.

Decía al comienzo de la crítica que Jungstedt regresaba o asemejaba el libro más a los comienzos de la saga en cuanto a la intriga y el tipo de crímenes, y no debe chocarnos porque ocurre muy a menudo cuando de sagas muy largas se trata. Llega un momento en el que el autor debe colocar al lector de nuevo en los principios para que este no pierda el interés por esos personajes que le conquistaron, por la ambientación, los paisajes y lugares, las relaciones, etc. que un día le llevaron no solo a leer esa primera historia que lo enganchó, sino todas las que vinieron después que, en este caso, no son pocas. Y aunque la vida de muchos de los protagonista principales de la serie hayan cambiado lo suyo, sobre todo las de los investigadores Knutas y Jacobsson y el periodista Berg, regresar a un misterio clásico, un cluedo más tradicional, hace que el lector sienta mayor sensación de estar en ‘casa’. Esto también ha ocurrido con otras sagas muy famosas de literatura negra. Es algo habitual y yo diría que necesario. Reconectar.

La autora mantiene, eso sí, sello característico, una atmósfera intensa que crece y/o decrece en función de la historia personal y los detalles que vamos conociendo sobre los personajes, sus motivaciones y relaciones en cada capítulo. Los llamo capítulos, pero ya sabéis que no los hay como tales. No están ni titulados ni numerados. Se deducen por el salto de página y un inicio en mayúsculas. Algo, por cierto, muy norteamericano. A mí me gusta esa forma de separar las historias y, de hecho, en alguna ocasión, también he escrito así.

Que el escenario primero sea una isla remota como Lilla Karlsö añade un elemento adicional no solo de tensión, lo que contribuye a la sensación de intriga en toda la narrativa, sino también político. Me explico. Siempre he dicho, al leer este tipo de novelas, que al llegarnos a nosotros con varios años de diferencia respecto al momento en el que se escribieron y publicaron originalmente en sus respectivos países, nos pueden servir de guía de lo que está por venir políticamente en el nuestro propio, a pesar de las diferencias de carácter, económicas, geoestratégicas, etc. Bien, en este caso, es muy interesante todo lo que sobre Rusia y sus intenciones expansivas se menciona. No se hace especial hincapié en ello, pero sí se trata el tema como si fuera algo que en Suecia lleva preocupando años y de lo que se habla con cierta frecuencia. Una posible adhesión (invasión) de ciertos territorios, maniobras militares clandestinas en algunas islas suecas y en sus mares, etc. Me llama la atención porque quizá, si prestáramos más atención a estas cosas, aunque aparezcan dentro de una novela de ficción, veríamos el mundo de otro modo y, sobre todo, veríamos venir lo que después, unos años después, nos ha caído encima. La novela tiene fecha original de 2019.

La trama, no obstante, no gira en torno a asuntos políticos o geoestratégicos y, en este caso, a diferencia de sus últimas novelas, tampoco hay componentes raciales o de discriminación. Es todo más clásico (en cuanto a trama) y de ahí que diga que es un regreso a un origen tradicional de la saga. Amor, pasión, celos, engaños, mentiras y soledad que se entrelazan con la vida personal de los personajes principales, lo que añade una dimensión emocional a la historia y una mayor profundidad.

En definitiva, con una combinación de intriga y elementos emocionales bien medidos, la novela ofrece una lectura amable, pero absorbente que disfrutarán y mucho los seguidores de Jungstedt y su serie, entre los que me encuentro. Me he leído toda la saga y creo que la puedo considerar, sí, otra debilidad lectora. O quizá las propias sagas de este tipo lo sean en general con independencia de quién las escriba. No lo tengo claro. En todo caso, una novela ideal para el verano, para desconectar, para viajar a Suecia sin movernos de casa y para disfrutar porque leer, no nos olvidemos, es disfrutar.

#NoTePierdoDeVista regresa a los orígenes de la saga #Gotland, de #MariJungstedt, con un misterio clásico. Lectura amable ideal para desconectar y disfrutar porque leer, no lo olvidemos, es disfrutar @MaevaEdiciones #Crítica completa en #ElJardíndelsur.

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Sinopsis: La isla de Lilla Karlsö está en calma tras la temporada turística y un largo y caluroso verano. Un grupo de universitarios pasa el fin de semana en la árida y solitaria isla antes de que comience el curso, pero solo una chica regresa con vida. El asesinato múltiple conmociona a todo el país y el pánico se extiende por la universidad. ¿Son los estudiantes el objetivo del asesino o simplemente estaban en el lugar y en el momento equivocados? Anders Knutas y Karin Jacobsson se enfrentan a este nuevo caso mientras su vida da un giro inesperado.

Reseñas anteriores:

• Antes de que lleguen las nubes (Mari Jungstedt)
• La cara oculta (Mari Jungstedt)
• Las trampas del afecto (Mari Jungstedt)
• No estás sola (Mari Jungstedt)
• El arte del asesino (Mari Jungstedt)
• Nadie lo ha visto (Mari Jungstedt)