Título: La casita de jengibre
Autora: Carin Gerdhardsen
Planeta (2011)
Me imagino que, a estas alturas, ya os habréis dado cuenta de que me gusta mucho, muchísimo, la novela negra y por eso, abunda entre las reseñas que hago. Hoy, también os traigo una lectura negra. Se trata de La casita de jengibre de la escritora sueca Carin Gerdhardsen. Es la primera entrega de una serie.
Todo comienza con el asesinato de un hombre joven y con éxito en una casa desconocida en la localidad de Enskede, en Suecia. Cuando la dueña de la vivienda vuelve a casa, encuentra el cadáver e, inmediatamente, llama a la policía. Ésta emprende así una investigación de lo que parece un caso aislado con muy pocas pistas que seguir que no llevan a ninguna parte hasta que, de repente, se complica porque en los siguientes días, en otras partes del país, aparecen nuevas víctimas. Y se dan cuenta, entonces, de que los crímenes están relacionados ya que todos los muertos tiene dos cosas en común: la edad (44 años) y que vivieron en la localidad de Katrineholm cuando eran pequeños.
El comisario Sjöberg, un hombre familiar de 48 años, casado y con cinco hijos al que le encantan los niños, se enfrentará a una investigación que va a alterar la vida de una pequeña y tranquila localidad para siempre porque cuando se sepa la verdad, nada volverá a ser igual, ¿o sí?
Esta novela sueca de misterio está narrada en dos tiempos: en el año 1968 y en la actualidad. Eso le da dinamismo y también va creando en la cabeza del lector el posible motivo de los asesinatos. Ya desde las primeras páginas, por eso os lo puedo decir sin desvelaros ni destriparos nada que no deba, se ve que el maltrato infantil, el acoso escolar y el mirar para otro lado de los adultos que lo saben y callan, tiene mucho peso.
A través de la voz del asesino, que está presente en la novela constantemente, de un modo, además, que se acerca mucho al lector para que éste lo sienta cada vez más próximo, Carin Gerdhardsen consigue crear un ambiente oscuro, lleno de rencor, venganza y miedo. El hecho de que haya varias historias paralelas de distintas épocas y con diferentes voces que se van entremezclando para crear, al final, una única, dota a la obra de una mayor vivacidad que facilita la lectura y la comprensión de la historia.
Muchos podéis pensar que se trata de una novela más de asesinatos ambientada en Suecia y escrita por suecos, y sí, es así, pero lo que le da un punto a su favor es el modo en el que se atreve a tratar el maltrato infantil y el acoso escolar.
En definitiva, una novela entretenida, muy fácil de leer, con una historia interesante y, en algunos momentos, cruda, y con un final que puede chocar.