Título: El caso de la mano perdida. Una investigación del sargento Carmelo Domínguez
Autor: Fernando Roye
Sinerrata (2014)
El caso de la mano perdida, tercera novela de Fernando Roye, parece ser el comienzo de una saga policiaca cuyo protagonista es un peculiar sargento de la Guardia Civil llamado Carmelo Domínguez. Y este hombre es peculiar tanto por su físico, tiene un ojo de cada color por lo que le llaman el sargento hechizado, como por su particular forma de enfrentarse a los casos muy al estilo Holmes. No se trata de un investigador al uso y menos para la época en la que transcurre su historia, los años 50 en una España prieta cargada de hambre y temor.
La novela nos traslada al sur de España, a Sierra Morena, donde una mano seccionada es encontrada por una pareja de la Guardia Civil cerca de la pequeña localidad de Santa Honorata. A pesar de no haber cuerpo, parece estar claro que se ha cometido un asesinato en la comarca.
Todo el pueblo está centrado en la próxima visita del caudillo al pueblo y la aparición de la mano preocupa y no es bienvenida, sobre todo para los mandatarios locales y algún que otro miembro del cuartel que no están por la labor de investigar un posible asesinato sin cuerpo. En cambio, el sargento Carmelo Domínguez hará oídos sordos a las peticiones de silenciar el caso y emprenderá una ardua investigación que le llevará por caminos que ni imaginaba.
El sargento, con sus singulares métodos de investigación y su extraordinaria suspicacia, que despiertan admiración, miedo y rechazo a partes iguales, no se dará por vencido hasta juntar todas las piezas y armar el puzle, aunque eso le dé problemas y muchos sinsabores.
Leo mucha novela negra, de aquí y de allí, y debo decir que ésta me ha gustado mucho. Me ha sorprendido. Quizá su estructura y su modo narrativo sean similares al resto de obras del género, pero no así su historia ni el personaje principal, el del sargento Carmelo Domínguez, que a mí también me ha hechizado.
Digo parecida que no igual ya que la forma en la que, por ejemplo, Roye acopla diálogos pasados con la narración principal, no es la usual. Se mezclan sin dificultad, chocando al lector tal vez al principio, por la falta de costumbre, pero se vuelven naturales en el avanzar de la lectura, aportando riqueza al texto y a la trama.
Los métodos del sargento para investigar el caso que se le presenta, muchas veces más cercanos al albur que a la ciencia y muy alejados de las técnicas actuales llenas de pruebas de adn, huellas y demás, envuelven a la novela de un singular encantamiento que te acompañará hasta el punto final de la obra. Y ese embeleso es el que te hace seguir leyendo, sin pausa y sin aburrirte.
Bien narrada y estructura, El caso de la mano perdida también tiene toques de humor muy divertidos que conjugan perfectamente, sin chirriar o caer en el chiste fácil, cosa nada sencilla, con un trasfondo social cargado de penurias como fue la posguerra española.
Lo dicho. Me ha gustado. Apunta muy buenas maneras y espero leer pronto más casos y aventuras del sargento hechizado.