
Título: Una tumba entre las rocas
Autora: Elly Griffiths
Maeva (2022)
Páginas: 336
Una tumba entre las rocas es la tercera entrega de la saga protagonizada por la arqueóloga forense Ruth Galloway, ambienta en Norfolk y escrita por la británica Elly Griffiths. Un nuevo caso para Galloway que sacará a la luz ciertos secretos que, tal vez, nunca deberían haber sido expuestos —al menos para aquellos que participaron de y en ellos— y que debo reconocer, por el momento, es la que más me ha gustado de las tres novelas leídas. Digo por el momento porque como ya os comenté en reseñas anteriores de esta serie, la saga está compuesta por trece libros y quién sabe qué nos tendrá preparado Griffiths en próximas entregas.
Entretenida, está más elaborada, empiezo a empatizar de una forma real con la protagonista principal, con Galloway. Al principio no terminábamos de encajar, pero nuestra relación ha mejorado mucho. Creo que se debe a un mayor perfeccionamiento de su personaje y no solo porque hayan pasado tres libros, sino porque hay una mayor profundidad tanto en sus acciones como en sus pensamientos. Un personaje más real y más cercano. Hay más personajes, tanto principales como secundarios, pero era Galloway con la que rozaba y por eso os hablo principalmente de ella. Del resto, a destacar la presencia más marcada del druida Cathbad, secundario necesario y robaplanos en ocasiones que ya me gustaba desde el principio de la saga y que es una parte fundamental de la misma. Creo que sin él, la saga no funcionaría.
Otro punto importante por el que esta novela me ha gustado más se debe, he de reconocer, a parte del tema que trata; es decir, al hallazgo de una fosa con seis cuerpos enterrados que parecen relacionados con la Segunda Guerra mundial al pie de un acantilado en Broughton Sea’s End. Es un periodo histórico que me fascina.
No me olvido, claro que no, del escenario. Siempre he dicho que uno de los mayores fuertes de las novelas de Griffiths es la creación de ambientes y escenarios. Las marismas donde vive Galloway y las distintas zonas en las que esta se ve obligada a investigar siempre se me antojan lugares hechizantes por los que no me importaría perderme, con independencia de lo que en ellos haya podio suceder. Y Broughton Sea’s End es en este caso ese escenario principal por el que, sin duda, me perdería.
Broughton Sea’s End y sus playas, calas y acantilados; un faro que será fundamental en la resolución del caso y una casa a punto de ser engullida por el mar (la casa de una familia aristocrática). La erosión costera se lleva los abruptos acantilados, que se derrumban cada vez a mayor velocidad. Se desploman y con ellos las construcciones cercanas. La casa resiste, como lo hace la familia que la habita, pero ¿hasta cuándo? Este escenario, de verdad, me ha fascinado. Siempre lo pienso cuando leo estas novelas: qué ganas de hacer la maleta y presentarme allí a ver con mis propios ojos lo que Griffiths describe y yo imagino, sea real o solo producto de la ficción. Me gusta saborear ese efecto que la lectura me provoca. Ir de viaje y perderme en Broughton Sea’s End. Ya veremos si vuelvo o me quedó allí, entre la bruma y el mar, entre la lluvia y la niebla.
Arqueología, Segunda Guerra Mundial, un paisaje de impresión y un misterio que resolver en una lectura agradable, más calmada que entregas anteriores, que nos hará no solo pasar un buen rato y desconectar, también viajar.
#Unatumbaentrelasrocas, de #EllyGriffiths. #Arqueología, #SegundaGuerraMundial, un paisaje de impresión y un #misterio que resolver. Una #lectura agradable que nos hará viajar. @MaevaEdiciones. #Críticaliteraria completa en #ElJardíndelsur.
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Sinopsis: Un equipo de geólogos que investiga la erosión costera en la bahía norte de Norfolk se pone en contacto con la doctora Ruth Galloway al hallar seis cuerpos enterrados al pie de un acantilado. La arqueóloga y el inspector Harry Nelson se unen una vez más para desentrañar el pasado, aunque la situación es de lo más incómoda, pues Nelson debe evitar a toda costa que su esposa Michelle sospeche de la relación que hay entre ellos dos. Las pruebas revelan que los cadáveres corresponden a seis hombres jóvenes que fueron asesinados hace más de setenta años. El misterio de sus muertes parece remontarse a la Segunda Guerra Mundial, una época en la que Gran Bretaña vivía con inquietud una posible invasión de los alemanes.
Reseñas anteriores: