
Título: Luz de verano, y después la noche
Autor: Jón Kalman Stefánsson
Salamandra (2022)
Páginas: 240
Luz de verano, y después la noche, de Jón Kalman Stefánsson, le dio a su autor el premio Nacional de Literatura de Islandia en 2005, galardón al que Stefánsson ha sido nominado en tres ocasiones. La novela, traducida a quince idiomas, ha sido un éxito y ha recibido muy buenas opiniones tanto por parte del público en general como de la crítica especializada. Sobre el éxito, debo aclarar que este ha sido más notable fuera de nuestras fronteras, lo que me entristece un poco porque es una obra de gran calidad, muy bien escrita, con una historia potente y un trasfondo intimista (no por ello deja de tratar temas o cuestiones más universales), que me gustaría que hubiera tenido un mayor reconocimiento entre el público español.
Conocido por la Trilogía del muchacho (compuesta por Entre cielo y tierra, La tristeza de los ángeles y El corazón del hombre), que es considerada su obra más emblemática, en Luz de verano, y después la noche, Stefánsson nos mece a través de historias breves de fácil lectura, aunque de una riqueza exquisita, que juntas componen, en realidad, la historia completa de un pequeño pueblo de la costa islandesa y de sus habitantes. Una comunidad alejada del constante ir y venir acelerado del mundo, tranquila en apariencia, cuyo ritmo responde más a las necesidades naturales del entorno que a cualquier otra cosa, y que aporta a sus habitantes una forma muy particular de ver el Universo (universo con mayúsculas). Pero, ojo, he dicho en apariencia porque muchas veces solo hace falta una pequeña permutación en el día a día, un detalle juzgado en principio como insignificante, para que algo cambie.
Está narrada con ternura, pero también con cierta dosis de sarcasmo, ironía y humor. Una mezcolanza muy lograda, característica del autor por otro lado, que nos habla de los deseos más ocultos que todos llevamos dentro, las debilidades con las que cargamos, como los pecados y la culpa, y las impasibles derivaciones que marcan, cada día y cada noche, nuestras vidas.
Es una novela colmada de lirismo. De uno que llega al corazón y te hace sonreír con cada palabra. Distintos tipos de sonrisas. A veces más serias; otras más tristes y también, de vez en cuando, alguna carcajada. Igualmente, en ocasiones, te encoje un poco el corazón. Es bella y oscura a un tiempo, envolvente, y muy original. Sí, de verdad. Original. Desde la primera página. Algo que hoy en día parece tan difícil de conseguir. Por eso, para mí, su lectura me ha resultado como un refugio. Un lugar al que acudir cada día para sentir. Leer para sentir.
#Luzdeveranoydespuéslanoche, de #JónKalmanStefánsson, es bella y oscura a un tiempo, envolvente y muy original. Un refugio; un lugar al que acudir cada día para sentir. #Leer para #sentir. @SalamandraEd #Críticaliteraria completa en #ElJardíndelsur.
Tweet
Sinopsis: Construida a partir de pinceladas breves, Luz de verano, y después la noche retrata de forma peculiar y cautivadora una pequeña comunidad de la costa islandesa alejada del tumulto del mundo, pero rodeada de una naturaleza que les impone un ritmo y una sensibilidad particularísimos. Allí, donde parecería que los días se repiten y un invierno entero podría resumirse en una postal, la lujuria, los anhelos secretos, la alegría y la soledad enlazan los días y las noches, de forma que lo cotidiano convive con lo extraordinario.
Con humor y ternura por las debilidades humanas, Stefánsson se sumerge en una serie de dicotomías que marcan nuestras vidas: la modernidad frente a la tradición, lo místico frente a lo racional y el destino frente a la casualidad.