El jardín del sur

Una lectura sorprendente. Me ha tenido fascinada desde el inicio. Sabía que no era una simple historia de monstruos y niñas desparecidas. Lo intuí nada más comenzar a leer. Había algo más; algo que subyacía bajo la trama principal, por llamarla de algún modo —del argumento con el que nos invitan a adentrarnos en la novela y que nos habla de muerte, secuestros, sospechosos y víctimas—  y que tiene que ver con la familia, el mal y la enfermedad. También con la supervivencia; sobre todo con eso. Y a pesar de intuirlo, no me esperaba lo narrado. No me lo esperaba en absoluto.

La casa al final de Needless Street es lo primero que leo de Catriona Ward y me ha gustado mucho. Creo que no será, desde luego, lo último. Además, esto no ocurre con demasiados libros, la echo de menos. Es decir, cuando terminé la novela, me quedé huérfana de lectura, de personajes, de historia. Debido a mis múltiples compromisos, reconozco que esa especie de resaca literaria no es como en otras ocasiones. No puede serlo. Resiste, la siento aún, pero debe quedar arrinconada para dejar hueco a nuevas lecturas que debo leer y que, de hecho, ya tengo entre manos.

Os decía que, desde el inicio, en cuanto los personajes empiezan a interactuar, te das cuenta de que algo más se esconde bajo cada palabra y cada acción, lo que me hizo leer el libro con necesidad, pero es que —la curiosidad es así—, además, quería comprobar si el elogio casi unánime por parte de todos aquellos que habían leído esta novela se correspondía con la realidad. Lo hace.

No puedo contaros demasiadas cosas sobre los personajes o la trama sin desvelar lo que no se debe desvelar, y ya sabéis que no soy partidaria de destripar historias, por lo que solo os diré que es muy difícil, pero mucho, construir esta narración. La estructura en este caso es fundamental, al igual que la construcción integral de cada personaje. Todo, hasta el más mínimo detalle, es aquí trascendental. La casa, por cierto, también lo es. Y todo lo que en ella habita.

Una lectura sorprendente. Así abría esta crítica, pero añadiría también que es impactante. Esa es la otra palabra que mejor define la novela. Ward lo ha hecho muy bien. Está escrita, tejida y estructura con pericia. Una tela de araña perfecta donde nosotros, los lectores, no podemos evitar caer; donde los hilos pegajosos nos abrazan y nos envuelven sin remedio, no hay escapatoria posible, hasta saber si la araña nos devorará. ¿Lo hará?

Es una novela que he disfrutado mucho, que he leído con gusto, con ganas, y que me ha sorprendido en todos los ámbitos: tanto en su estilo como en su argumento. Me ha hecho olvidar por completo el resto del mundo. He sido parte de la obra de Ward, yo estaba allí, y eso, cada vez es más difícil de conseguir.

#LaCasaAlFinalDeNeedlessStreet, de @Catrionaward es una novela impactante. Está escrita, tejida y estructura con pericia. Una tela de araña perfecta donde no podemos evitar caer. @alianza_ed #Críticaliteraria completa en #ElJardíndelsur.

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Sinopsis: Todos los monstruos tienen una historia. La casa al final de Needless Street es la historia de una niña que desapareció once años atrás en una excursión a un lago. De su hermana, Dee, una mujer vulnerable que sigue buscándola y rastreando a los sospechosos, después de que la tragedia destruyera a su familia. De Ted, que siempre fue un muchacho extraño y podría haber sido responsable de la desaparición de la niña.

Ted vive ahora aislado con su hija y una gata en una casa decrépita y ha tapiado todas las ventanas, por las que solo penetran fragmentos de luz. Ted conoce muy bien el bosque que hay junto a su casa. Allí ha buscado refugio muchas veces y está enterrada parte de su pasado.