
Título: La sastrería de Scaramuzzelli
Autor: Guillermo Borao
Roca Editorial (2022)
Páginas: 348
Precio papel: 19,90€
Precio digital: 7,99€
La sastrería de Scaramuzzelli, de Guillermo Borao, es como una fábula. Como leer un cuento. Así, al menos, es como lo he sentido porque está escrito con descripciones muy elaboradas y pocos diálogos. No quiero decir con esto que sean inexistentes, pero son menos de los que últimamente estamos acostumbrados. Un cuento sobre casualidades, el destino, la suerte y los libros. Porque sí, esta novela trata de ropa, de un sastre, de telas, de un pueblo, de la confección, pero también trata de libros, de la imaginación, de escribir y de metaliteratura.
Así, la estructura de la novela no es, como decía hace un momento, lo acostumbrado. Hay muchas descripciones y pocos diálogos y a mí, con sinceridad os lo digo, es algo que me gusta. Disfruto de las descripciones. Siempre lo he dicho. Soy clásica en ese sentido. Los diálogos aligeran los textos, lo sé, y hacen que las lecturas sean más rápidas y, por lo tanto, las novelas se acaben antes (que tampoco entiendo esta necesidad o moda de terminar de leer un libro cuanto antes), pero su exceso puede resentir las historias. Hay novelas que de tantos diálogos que tienen son más bien guiones de cine y es curioso que os diga esto porque Borao es revisor de guiones de series y largometrajes, entre otras cosas, y quizá, por eso, por su experiencia en el cine, diferencia tan claramente una novela de un guion. Por eso, tal vez, las descripciones sean tan imponentes en esta historia y por eso, también, los diálogos son los justos y no una sucesión interminable de conversaciones para hacer que el lector sienta que vuela sobre las páginas. Recurso muy bueno, no lo niego, me refiero al de los diálogos, si se sabe utilizar adecuadamente; en caso contrario, lo que se consigue es una sensación de falta de resolución.
Al margen de lo dicho, no todas las historias están pensadas para tener una misma estructura. Las hay, como esta, como la escrita por Borao, que necesita un mayor reposo y un mayor juego entre la prosa y el lector. Que sea como un baile entre ambos. Una lectura más calmada, con más asiento. Un juego en el que yo leo y sé que me escondes algo. ¿Qué? Voy a seguir leyendo. Veo pistas. ¿Me estás dejando migas de pan para que llegue a un lugar diferente? Creo que sí. Además, tengo dudas. Creo que hay algo más. Creo que lo ilusorio no es tan claro. ¿Me equivoco? Y sigo leyendo porque no lo descubriré hasta el final. Un final, por cierto, que no me esperaba, aunque, para ser sincera, no me esperaba la novela en general. No sé lo que tenía en mente cuando empecé a leerla, quizá la portada o el resumen me despistó, pero no se corresponde con lo que me encontré entre las páginas de La sastrería de Scaramuzzelli. Ha sido una sorpresa.
#LaSastreríaDeScaramuzzelli, de @GuillermoBorao, es una fábula en la que reflexionar sobre el azar, sobre si existe el destino, escrita con delicadeza y mucha ternura. @RocaEditorial #Críticaliteraria en #ElJardíndelsur.
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Una fábula en la que reflexionar sobre el azar, sobre si existe el destino, escrita con delicadeza, como os he dicho, y mucha ternura. Ha habido momentos, durante la lectura, que me he acordado de Otra luna enterrada, de Guillermo Estiballes. Hay similitudes en el tipo de redacción, en la elegancia de algunos textos y también en el sentido de justicia final o de justicia existencial. No tengo claro cómo llamarlo. Una trama urdida para que el lector dude de todo o lo crea todo. Depende del tipo de lector que uno sea. Puede que no titubee hasta el final o puede que lo haga desde el principio. Y he ahí parte de la originalidad de esta historia. Una historia bien estructurada, escrita de un modo poético, con un lenguaje muy cuidado, que requiere de lectores templados, pues es una lectura calmada, cuyo final es francamente bueno y que nos obliga a pararnos y pensar en el destino y sus casualidades improbables.
#LaSastreríaDeScaramuzzelli, de @GuillermoBorao, es una historia cuyo final es francamente bueno y que nos obliga a pensar en el destino y sus casualidades improbables. @RocaEditorial #Críticaliteraria en #ElJardíndelsur.
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Sinopsis: Poco antes de morir, el escritor y fabricante de tejidos Joseph Langhorne encuentra la forma de distraer a su hijo enfermo: leerle historias que se representan tras la ventana de su dormitorio, la única con vistas a cualquier parte del mundo. Sin embargo, uno de esos cuentos parece esconder una advertencia, el anuncio de que algún día llegará alguien que lo cambiará todo.
Veinticinco años más tarde, William Langhorne cree que por fin se ha cumplido el presagio de su padre cuando conoce al sastre Barros Scaramuzzelli. Con su aparición, el pueblo de Tonleystone se expone a la apertura de una sastrería y a la irrupción de la alta costura, un reclamo repentino en una sociedad rural cuyas vidas se verán de pronto amenazadas.