Nueva sección de relatos

Relatos Desde hace unos meses, en el blog también comparto con vosotros algunos relatos que voy escribiendo. Es otra forma de conocernos mejor.

De momento no son muchos pero, poco a poco, irán creciendo. Y por eso, para que no os perdáis ninguno y podáis acceder a ellos de una forma más rápida y sencilla, desde hoy habrá una nueva sección en El jardín del sur dedicada en exclusiva a esos relatos.

Y como soy tan original poniendo nombre a los distintos apartados del blog, he llamado a la sección Relatos. Lo dicho. Muy original por mi parte.

Espero que os guste y que se convierta en una de vuestras secciones favoritas.

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Mármara

El siguiente relato está dedicado a los que luchan por cambiar las cosas y no se dan por vencidos.

En un mundo abrigado por leyendas y fábulas, existía una montaña de tres picos en la cual se ocultaba un ente divino. En lo más alto de una vieja torre, en el segundo pico, vivía ELLA. Nadie jamás la había visto y no se sabía cómo eran sus manos, su cuerpo o su rostro. Pocos habían osado subir la montaña para visitarla y, de ellos, ninguno había regresado.

Hacía mucho tiempo que no salía de su torre y de ahí que cuentos y fábulas hablaran de ella e imaginaran su pasado, presente y futuro. No se conocía a ciencia cierta el motivo de su encierro, pero decían las malas lenguas que era por amor. Otros, alentados por los hombres que subían la montaña y nunca volvían, afirmaban que era por su belleza, tan grandiosa que ningún ser humano podía soportarla. Y los había, temerosos y pávidos, que pensaban que era un castigo por algún acto impuro que cometió en el pasado. ¡Qué equivocados estaban todos!

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El contrato

Ahora que tengo próximo tu aliento, no sé si debo acercarme más. Quizá corresponda, pero mi condición me lo impide. No está bien que nos relacionemos.

¿Por qué? Tú lo sabes bien. No deberíamos ni hablar.

No juegues conmigo. No llores. No derrames ni una sola lágrima más, pues no conseguirás convencerme. Solo enloquecerme.

Haces que mi conciencia, de la que carezco, aparente real cuando no lo es. ¿Acaso no ves que por mucho que supliques no está en mi naturaleza sentir compasión? Yo no sé qué es la compasión. Tampoco la misericordia. No me implores porque no te servirá de nada.

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Finalista Premio Planeta 2015

Os habréis dado cuenta que desde hace unos días el blog ha estado parado. Todo tiene una explicación.

El pasado 8 de octubre me enteré de que era finalista del Premio Planeta 2015. Sí, habéis leído bien. Mi novela El ladrón de sueños, presentada bajo el seudónimo de “Gustavo Olea”, había sido seleccionada entre las 486 obras presentadas al concurso como una de las 10 finalistas.

Desde ese día, todo mi mundo comenzó a girar en torno al premio y a la asistencia a la gala literaria celebrada el pasado 15 de octubre en Barcelona. Fue una semana llena de nervios y de mucha ilusión.

La noche de la gala fue fantástica. Me lo pasé genial y, a pesar de no ser uno de los ganadores, disfruté, aprendí y saboreé esa noche hasta el final. Además, yo ya me sentí y me siento premiada.

Ser una de las 10 finalistas es ya un premio. Un premio a la constancia, a la imaginación y a los soñadores porque ¿qué somos los escritores? Somos soñadores. Soñadores de vidas, de historias, de lugares… Y este premio, estar ahí, sirve para seguir soñando.

Espero que muy pronto todos podáis disfrutar de El ladrón de sueños, pues creo que es una novela que se merece ser editada. Os gustará. Así lo siento. Es una historia que no os dejará indiferentes, que leeréis con ganas y que al terminar, al cerrar el libro, permanecerá a vuestro lado. Estoy convencida de ello.

Si queréis leer, ver o escuchar algunas de las entrevistas que me han hecho, las tenéis todas recogidas en: www.veronicagarciapeña.es

En los cajones de mi casa

En los cajones de mi casa se esconden historias. Algunas pequeñas y otras grandes. Algunas que pugnan por salir batallando sin cuartel hasta que el genio las hace caso y se desposa con ellas. Otras, en cambio, siguen ahí, agazapadas, temerosas, pues no saben cuándo será su momento.

Historias de amor, de amistad, de miedo o de terror. Historias de verdad, mentiras y dolor. Historias que ofrecer o que esconder.

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