Publicación «El ladrón de sueños», finalista Premio Planeta

El ladrón de sueños (Verónica García-Peña)Orgullosa os presento mi tercera novela, El ladrón de sueños, finalista del Premio Planeta 2015, que acaba de salir a la venta en Amazon.

Ambientada en la posguerra española, en el Logroño de los años 40, El ladrón de sueños nos cuenta la historia de un detective de provincias que tendrá que investigar varios casos que cambiarán su vida para siempre.

Contratado por una madame de la ciudad, deberá encontrar a la hija que ésta entregó muchos años atrás y, además, a petición de una joven, investigar qué se esconde tras un extraño escritor que con su obra ha conseguido que la muchacha dude de sí misma y de la realidad que la rodea. ¿Pueden hacer eso los libros?

Ambos casos le llevarán a descubrir la importancia de las palabras, el amor y la desgracia. Todo ello rodeado de un misterio relacionado con una familia de la ciudad sobre la que recae una terrible y oscura maldición.

Con ciertos toques de romanticismo gótico, El ladrón de sueños es una novela donde se juega con la presencia del lector haciéndole partícipe de una trama llena de misterio, historia, amor y sorpresas, muchas sorpresas.

La novela, apostando por las nuevas plataformas de edición, está a la venta en Amazon tanto en formato digital como en papel.

Podéis encontrar más información sobre la novela en: www.veronicagarciapeña.es

Autoedición en música, cine y literatura

La autoedición, a pesar de lo que muchos puedan pensar, no es un término asociado únicamente a la literatura. La música y el cine también tienen relación con él. La diferencia entre esa asociación radica en el modo en el que se valora.

A lo largo de los años han sido muchos los músicos que, bien huyendo de la servidumbre a las grandes discográficas o bien porque no han llegado a un acuerdo con estas, han decidido ser ellos mismos los que se editaban sus discos. Ejemplos tenemos muchos, pero os pondré uno que es muy gráfico. Roberto Iniesta, cantante de Extremoduro, cuando el grupo quiso sacar su primer disco en 1989, fue casa por casa (sí, habéis leído bien, casa por casa), en busca de financiación para sacarlo adelante. Fue pidiendo dinero a cambio de una copia que, cuando el disco viera la luz, sería enviada a cada uno de los donantes. Y así lo consiguió.

En el cine pasa algo parecido en el inicio de muchos de los cineastas que hoy son un mito. ¿Cuántas veces hemos oído hablar de directores que empezaron con pequeños cortos sufragados por su propio dinero o con la ayuda de familiares y amigos? Innumerables. Lo que pasa es que no nos enteramos de esos difíciles inicios hasta que ya son directores consagrados y pensamos que el camino les ha sido fácil. No es así. Muchos tuvieron que apostar por ser ellos mismos los que se producían sus películas.

Eso que muchas veces llamamos cine independiente, también se autoedita. Un cine por el que las grandes compañías cinematográficas no apuestan y que debe buscar su financiación en otro sitio. ¿Y qué pasa con este tipo de cine? Nada. Nos gusta y hablamos de él, quizá, con más admiración que de las grandes producciones.

Cine y música, y ahora llegamos a la literatura. Aquí el asunto cambia de forma radical.

Cuando un escritor no llega a un acuerdo con las editoriales o no consigue que se fijen en su obra, se plantea la posibilidad de la autoedición, más fácil en los últimos tiempos gracias a la aparición de distintas plataformas como Amazon. El escritor autoedita el libro y, a diferencia de lo que pasa con músicos y cineastas, parte del público y de la crítica, y gran parte del sector literario no lo alabarán, sino que lo considerarán de segunda o tercera. Y no porque su obra sea mala, sino porque hay quien opta directamente, sin darle ninguna oportunidad, por no leer esta literatura. Piensan que, al no haber pasado por los criterios tradicionales de corrección, maquetación, etc., de las editoriales, la calidad será menor o incluso, en algunos casos, nula. «No hay criba previa», dicen, o «cualquiera publica hoy en día un libro», y admito que de todo hay, cierto, pero primero hay que escribir el libro y eso es algo que parece que se olvida. Escribir, amigos míos, doy fe de ello, no es tarea fácil. Ni fácil ni agradecida.

(Aquí, antes de continuar, se debería hacer un aparte sobre los tipos de autopublicación porque estos prejuicios de los que os hablo no se dan en todos los casos. Os recomiendo leer La autopublicación oculta)

He leído malas novelas autoeditadas, pero también las he leído igual de malas siendo estas publicadas por editoriales tradicionales. Por lo tanto, uno se pregunta por esa doble vara de medir. En la música y en el cine sí, pero en la literatura, no. Jamás. Es difícil de entender. Yo, al menos, no lo entiendo.

Y que quede claro, diáfano, que con esta entrada no estoy haciendo boicot o algo similar a las grandes discográficas, productoras o editoriales. Ni mucho menos. Lo único que quiero con esta reflexión es que seamos justos y capaces de valorar las cosas como se merecen.

3 errores al mandar un manuscrito a una editorial

Hoy vamos a hacer un repaso a esos errores que todos hemos cometido alguna vez, sobre todo al principio, al mandar nuestros manuscritos a las editoriales. Algunos pueden parecer bobadas, pero en un sector cargado de noveles intentando abrirse paso, cuentan y mucho. Por eso, debemos evitarlos. Además, no es difícil hacerlo. Se trata sólo de paciencia y atención. Vamos allá. Sigue leyendo «3 errores al mandar un manuscrito a una editorial»

Dudas sobre la propuesta editorial II

Hace un tiempo, para solventar todas las dudas que surgen al hacer una buena propuesta editorial, ya escribí una entrada sobre este mismo tema (Dudas sobre la propuesta editorial I), pero he visto que siguen apareciendo interrogantes. Por eso me ha parecido una buena idea volver sobre este tema para intentar solucionar el máximo de dudas posible.

La entrada servirá para resolver titubeos, preguntas y temores, sobre todo técnicos, y para aprender que eso siempre es bueno. Lo haremos a modo de pregunta-respuesta, que resulta más didáctico. ¿Me acompañáis?

Sigue leyendo «Dudas sobre la propuesta editorial II»

La otra cara de la moneda

Los viernes hablamos siempre de novelas. Es el día de las reseñas, pero hoy me vais a permitir saltarme esa pauta y no hacer la reseña semanal.

Ya sabéis que siempre comparto con vosotros todo lo que supone dedicarse al difícil mundo de las letras. Hemos hablado de publicar, escribir, editoriales, inventar, crear, llamar a puertas, publicidad, etc. Son temas muchas veces arduos o que nos traen de cabeza y por eso hoy vamos a olvidarnos, por un rato, de ellos. Los vamos a dejar aparcados y vamos a ver la otra cara de la moneda, que la hay aunque a veces cueste verla. Y es que al final, toda carrera de fondo, a veces, tiene sus recompensas. Sigue leyendo «La otra cara de la moneda»