Título: No confíes en Peter Pan
Autor: John Verdon
Roca Editorial (2013)
Desde hace tiempo, los norteamericanos estaban perdiendo la batalla contra los europeos, sobre todo con algunos nórdicos, por la corona de los reyes del crimen, de la novela negra y policíaca y, entonces, hace ya unos años, apareció él: John Verdon.
Con su primera novela, Sé lo que estás pensando, publicada en España en 2010 por Roca Editorial, arrasó y dejó claro que la batalla, en realidad, acababa de comenzar.
Esa primera obra fue seguida de tres más, No abras los ojos, Deja en paz al diablo y No confíes en Peter Pan, de muy reciente lanzamiento. Todas ellas han cosechado un gran éxito de crítica y público y creo que merecido. Quizá, la tercera entrega, Deja en paz al diablo, es la más floja o la que a mí menos me ha gustado. Para el resto, solo tengo elogios.
Todas las novelas tienen un hilo conductor común que no es otro que David Gurney, un inspector retirado que debería estar disfrutando de su jubilación en Catskill, una zona rural al sureste del estado de Nueva York, pero al que los casos complicados le persiguen. Un hombre adusto y lacónico que no sabe, o no quiere, adaptarse a su nueva condición de hombre retirado de la acción y busca constantes retos a los que enfrentarse; retos casi siempre relacionados con crímenes difíciles de resolver que le ponen en el punto de mira del peligro y la maldad, con mayúsculas.
Yo, como buena amante de la novela negra, no podía faltar a la última cita que Verdon me proponía y, en cuanto salió su última novela, me puse con ella. Hace tan solo unos días que terminé de leer No confíes en Peter Pan y debo decir que he vuelto a ver al Verdon del principio, alejado de su anterior novela, Deja en paz al diablo, más pesada, fácil de olvidar y sin tanta fuerza como las anteriores o esta última.
En No confíes en Peter Pan, David Gurney es requerido por Hardwick, amigo personal y uno de los policías que salió mal parado durante la resolución del anterior caso al que Gurney se enfrentó (es el caso del Buen pastor del que trata la tercera novela de la saga, Deja en paz al diablo), para ayudarle a montar una apelación contra la condena a cadena perpetua de Kay Spalter que está acusada de matar a su marido, un rico empresario, durante el funeral de su madre.
Hardwick está convencido de que el caso estuvo lleno de errores, malas influencias e incluso se atreve a hablar de comportamiento corrupto por parte de algún agente.
Gurney acepta el reto y según se adentra en la investigación, se da cuenta de que debe enfrentarse a una compleja red de mentiras en la que nada es lo que parece. Pronto se verá tratando con un policía corrupto que manipuló pruebas, un jefe mafioso y un misterioso asesino que mata por encargo y que responde al curioso nombre de Peter Pan. Descubrirá lo que es la verdadera maldad.
Leer a Verdon no es sencillo, ya que utiliza un modo de escritura un tanto cargado, dirían algunos, y eso se debe a que tiene una forma de escribir muy psicológica, por decirlo de alguna manera, puesto que tanto el perfil de sus personajes principales como el de los que van apareciendo a lo largo de las novelas está estructurado para que nos centremos más en su psique que en otras características, llamémoslas, más superficiales o externas. De hecho, poco sabemos de su físico, por ejemplo, pero sí muchos de sus pensamientos, costumbres o reflexiones.
Las exposiciones reflexivas sobre hechos que sucedieron o van a suceder son algo fundamental en las novelas de Verdon. Diálogos con uno mismo en los que hay que enfrentar la realidad con el subconsciente e intentar averiguar cuánto hay de lógico y razonable en los actos, y cuánto de pasión e impulso. También hay mucha reflexión sobre la maldad, sus diferentes formas, qué es, quién es…
Esa forma de escribir hace que profundices más con los personajes. Que los comprendas y los sientas más cercanos. También puede provocar cierto hartazgo para los que tiene prisa por llegar al final, que cada día son más, con menos reposos en la lectura, pero lo cierto es que consigue que no pierdas el hilo y la historia continúe sin perder emoción.
La parte final del libro es vertiginosa. La curiosidad es máxima. Te deja predecir lo que va a ocurrir, pero va dándote esquinazo constantemente para que no pienses que todo está ya hecho y, en realidad, no lo está.
Una novela buena, más cercana a sus inicios y por ello más emocionante con una trama muy bien engranada donde uno se acerca más al personaje de Gurney y sus miedos. Y por cierto, con una resolución del caso cuanto menos irónica.
Como ya he hecho otras veces, os dejo el enlace al booktrailer de la novela.
Una respuesta a “«No confíes en Peter Pan» (John Verdon)”