Mirad con tranquilidad el siguiente vídeo. Disfrutadlo e incluso cantadlo porque seguro que os sabéis la canción. Hoy vamos a aprender y a leer con la televisisón.
¿Quién no recuerda estos dibujos animados?
Son de los años 80 y fueron parte de nuestros días como niños. Vivimos sus aventuras, disfrutamos con las peculiaridades de cada personaje y aprendimos un montón de cosas sobre viajes, otras culturas, etc. Vaya sí lo hicimos. Y todo, además, sin darnos apenas cuenta, pues la diversión no está reñida con el aprendizaje.
Eran otros tiempos donde para aprender uno no tenía que ver dibujos insulsos que parecen hechos para niños lelos. Es mi opinión. Y es que hoy en día hay dibujos que son desesperantes. No dudo de su capacidad educativa, pero exasperan. Tal vez sea cuestión de años. Ya no tengo edad para ver dibujos animados. Será eso. No me lo tengáis en cuenta.
A lo que íbamos. Esta serie animada, donde los personajes estaban representados mediante animales antropomorfizados, pudo ser para muchos, seguramente, el primer acercamiento a los fantásticos libros e historias de Julio Verne; a ese escritor visionario lleno de una imaginación desbordante que supo adelantarse a su tiempo. Relató hechos que más tarde ocurrirían, fue uno de los padres de la ciencia ficción y la especulación científica, y también describió inventos que aparecerían posteriormente a su época.
Sobre Julio Verne y sus novelas podéis encontrar muchísima información por internet. Tenéis desde la más sencilla hasta la que va a la conspiración más paranoica. Para todos los gustos. Yo sólo os diré que las novelas de este francés siguen siendo hoy una referencia universal de la literatura de aventuras y ciencia ficción, y que han sido adaptadas para televisión, cine, comics, etc. por miles. Y claro, para dibujos animados también.
Los tiempos han cambiado y hoy muchos, al leer esta entrada, pensarán que estos dibujos ya no son adecuados para una educación equitativa entre niños y niñas. Romy era sumisa y fiel, y Willy Fog era un gran señor apostador y millonario. Puede ser. Pero oye, que por ahí iban viajando juntos sin estar casados ni nada de eso…
La vuelta al mundo en 80 días, una de las más notables aventuras surgidas de la pluma de Verne, fue publicada por entregas en «Le Temps» en 1872, el mismo año en que el escritor sitúa la acción. Ha llovido mucho desde entonces pero, ahí sigue, dando guerra.
La historia, tanto en los dibujos como en la novela original, nos traslada a Londres donde vive un rico caballero obsesionado por la puntualidad y la exactitud que realiza una apuesta donde pone en juego la mitad de su fortuna. La apuesta consiste en dar la vuelta al mundo en 80 días ya sea por aire, mar o tierra.
Acompañado por su mayordomo, emprende una increíble carrera contra reloj para ganar la apuesta si bien su viaje se verá retrasado por un inspector de policía que relaciona el hecho de la repentina partida del millonario, con el robo del Banco de Inglaterra y lo persigue convencido de que es el autor del delito.
Aventuras, intriga, amor, lealtad, etc. Hay de todo en esta obra. Y los dibujos animados de nuestra infancia nos ayudaron a crecer entendiendo estos conceptos. Nos acercaron a la literatura, a sus obras y autores universales, sin sufrir un trauma por ello y, sobre todo, nos ayudaron a aprender y pensar.
Y ahora, para terminar, sólo una cosa más. Silbad.
Lo mismo digo, enorme Verne y aquellos dibujos animados eran infinitamente mejor que estos, que, a mi parecer, están hechos mas para que las mentalidades permanezcan infantiloides que para aprender y madurar.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Lo cierto es que yo, con algunos dibujos de hoy en día no puedo. Me aburren horrores…
Me gustaMe gusta
Sobre todo los que se supone que son didacticos.
A mi me parecen para tontos,no para niños sinó para tontos. Ejemplo: Dora la exploradora.
Solo sirve para hacer chistes en Twitter, jajajajajajajaa.
Me gustaLe gusta a 1 persona
A mí me sucede algo parecido con los dibujos animados y respecto a Verne de chaval devoré todos sus libros, me encantaban, y aún hoy, de vez en cuando, releo alguna de sus historias que pese a lo que pueda parecer siguen teniendo vigencia.
Me gustaLe gusta a 1 persona
A mí también me gusta Verne. Antes y también ahora. Estoy de acuerdo, sigue vigente.
Y sobre los dibujos, será por la edad, pero ahora hay algunos que no puedo con ellos. Me desesperan.
Me gustaMe gusta