Halloween está a la vuelta de la esquina. Ya no queda nada para que llegue la noche de brujas y el día de difuntos. ¿Lo vais a celebrar?
Sé que son muchos los españoles que no aprueban o no ven con buenos ojos esta actividad o esta nueva costumbre por no ser de aquí sino una exportación americana, pero a mí me gusta. No os voy a engañar. Creo que es bueno aprender cosas nuevas e incorporarlas en nuestra cultura. Eso no significa perder la identidad propia, las raíces de nuestras fiestas y costumbres.
El día de difuntos, los cementerios de nuestro país se llenarán igual de almas rotas que depositarán flores en las tumbas de sus seres queridos, exista Halloween o no. Y aquel que ya no vaya al camposanto no tiene nada que ver con la fiesta pagana de la Noche de brujas o Día de brujas. Eso es otro asunto. Además, Halloween no es sólo americana. Su origen no pertenece al país de las barras y estrellas.
Halloween es en realidad una fiesta de origen celta. Y es cierto que principalmente son países anglosajones como Canadá, Estados Unidos, Irlanda o Reino Unido donde se celebra, pero también se festeja en Latinoamérica. Se trata de celebrar el final del verano y de las cosechas. Dar gracias por ello y ahuyentar a los malos espíritus que el día de Halloween, según las creencias celtas, podían andar entre los vivos ya que, durante unas horas, se abría una especie de puerta entre ambos mundos, el de los muertos y el de los vivos. El velo que llaman algunos.
Ya veis que no es norteamericana. A Estados Unidos llegó hacia 1840 llevada por los irlandeses que emigraron al país en busca de una vida mejor. Es cierto que en Norteamérica arraigó con fuerza y que han sido ellos los que han conseguido hacer de la fiesta algo internacional gracias sobre todo a películas y series. ¿Quién no recuerda la famosa Halloween de J. Carpenter? Es una película fantástica.
Y sobre la cristiandad de esta fiesta, hay quien asegura que fue la Iglesia quien decidió cristianizar la festividad pagana convenciendo a los católicos para que honraran el Día de Todos los Santos en lugar de la Noche de Brujas, pero cuando los pueblos celtas se cristianizaron, no todos renunciaron a las costumbres paganas y siguieron celebrando Halloween. Según la Iglesia, «en vez de recordar los buenos ejemplos de los santos y orar por los antepasados, se llenaban de miedo ante las antiguas supersticiones sobre la muerte y los difuntos».
Yo creo, es mi opinión, que todo aquello nuevo que trastoca nuestro vivir cotidiano, nuestras costumbres, crea miedo. Miedo a no entender, a no saber explicárselo a los niños que con tanto entusiasmo viven este día, a que las costumbres e ideas propias desaparezcan, etc. Es comprensible. El problema radica cuando ese miedo se convierte en irracional. Verdaderas barbaridades he llegado a leer estos días por las distintas redes sociales sobre esta fiesta y esta nueva costumbre de celebrarla en España. Cosas que me han recordado a otros tiempos en los que a las brujas se las cazaba y quemaba en la hoguera. Y comentarios cuyas palabras escupen antiamericanismo animal y cierta intolerancia hacia todo aquello que no sea “nuestro”.
Bien. Cada uno es libre de pensar y hacer lo que quiera. No seré yo quien diga lo contrario. Eso sí, creo que hay que tener la mente más abierta y que es conveniente, antes de decir algunas cosas, informase. También hemos importado el oktoberfest desde Alemania, y no veo que la gente proteste contra esa fiesta.
Lo dicho, que cada cual elija qué hacer y cómo hacerlo, y que en todo caso disfrute y sea feliz.
A mi si me gusta y además está el hecho de que cada individuo tiene derecho a que le guste lo que sea.
Esa manía que se tiene de «es una costumbre de fuera» es totalmente absurda, ¿es que los gustos tienen que depender de las tradiciones de tal o cual pueblo?, ¡¡narices!!, se puede ser español y no gustarte muchas tradiciones españolas,o la música española, etc., el gusto no sabe de paises, patrias, estados… el gusto es una cosa personal y mientras no perjudiques a terceros, cada uno el suyo y no debe haber ni restricciones ni mucho menos prohibiciones como algunos pretenden.
Saludos.
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Hola Ramrock:
Totalmente de acuerdo. Además muchas de que esas costumbres «nuestras», resulta que no lo son tanto. Más de uno se sorprendería si indagara un poco en ellas.
Creo que en esto, como en todo en la vida, sólo habría que tener un poco de sentido común y de respeto.
Un saludo.
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