
Conocer las distintas figuras literarias y cómo aplicarlas en nuestras creaciones puede ser la clave para conseguir una escritura más efectiva y emocionante porque son grandes aliadas para potenciar la creatividad y la inspiración. Acompañadme y descubrid conmigo todo lo que las figuras retóricas tienen para ofrecer. Hoy vamos a hablar de una que a mí, personalmente, me gusta mucho: la sinécdoque.
La sinécdoque es la designación de una cosa con el nombre de otra, parecido a la metonimia, aplicando a un todo el nombre de una de sus partes, o viceversa. Es decir, es una figura que juega con las partes y el todo para generar efectos más intensos y sugerentes; pero esto lo vamos a entender mejor con algunos ejemplos.
Unos muy sencillos son llamar acero a la espada, pan a la alimentación o mortales a los seres humanos. También decir que alguien tiene quince primaveras en lugar de quince años o mover el esqueleto para referirnos a mover todo el cuerpo, a bailar.
El uso de la sinécdoque, como veis, es una herramienta muy poderosa que permite al escritor explorar distintas maneras de referirse a una cosa por medio de sus partes. Os invito a experimentar con ella y crear textos más ricos.
La #sinécdoque es la designación de una cosa con el nombre de otra, parecido a la metonimia, aplicando a un todo el nombre de una de sus partes, o viceversa. Ejemplos: mover el esqueleto.
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Aprender sobre este tipo de figuras retóricas y sobre cómo utilizarlas puede ser una herramienta muy valiosa. Por eso, espero que esta serie de artículos en los que exploro las más relevantes, os sirvan para enriquecer vuestras creaciones.
¿Os animáis a aprender más sobre las figuras literarias conmigo en El Jardín del Sur? Aquí os dejo todos los artículos hechos hasta ahora.