Título: La crucifixión de los ciegos
Autor: Alexander Copperwhite
Amazon (2015)
La historia de la que vamos a hablar hoy es un relato corto de terror y suspense de Alexander Copperwhite, del que ya hablamos con anterioridad cuando reseñamos La vértebra de Dios. Copperwhite es un autor, en su mayor parte autoeditado, con más de 20 obras publicadas, que ha sabido llegar lejos con su prosa y su buen hacer, y es que este chico escribe muy bien.
Muchos de sus trabajos, además, se pueden descargar de forma totalmente gratuita y legal tanto en su página web como en diferentes plataformas literarias de internet (La casa del libro, Amazon, etc.). Esto facilita que todos podamos disfrutar de su literatura sin dejarnos para ello una fortuna.
La crucifixión de los ciegos nos traslada hasta Grussent, Hannover, al año 1803. Los mendigos se amontonan en las calles provocando innumerables quejas de los vecinos al alcalde de la ciudad. Los miran con desprecio, como despojos, pero no hacen nada para ayudarles a salir de la situación difícil en la que se encuentran.
Una noche, algo extraño sucede en la ciudad y sus habitantes pasan de las simples quejas a algo más peligroso y maligno. Un silbido perverso y siniestro planea sobre la urbe y enloquece a sus lugareños. Les hace perder la razón hasta tal punto que cometen una gran atrocidad. Un acto que marcará a la pequeña localidad para siempre.
Es una historia breve, apenas son 40 páginas, pero intensa. Con capítulos cortos, diestros, siempre titulados, y un lenguaje sencillo y directo, os hará pasar un buen rato. Es entretenida, fácil de leer y las descripciones están muy bien ejecutadas. Eso es una de las cosas que más me han gustado. No me atraen las descripciones excesivas, esas que ocupan millones y millones de páginas sin un objetivo claro y que, a la larga, acaban aburriendo al lector. Pero tampoco las que se quedan en un quiero y no puedo. Aquí, el autor ha encontrado la medida justa y eso ayuda en la lectura y en el entretenimiento.
Pocos diálogos, cortos, que dejan el protagonismo a la narración. Una forma narrativa que me recuerda a una historia contada en voz alta, tipo cuento. Es un acierto y le da vida a la leyenda porque eso parece en ocasiones, una leyenda. Al leerla es como si uno estuviera escuchándola, con voz misteriosa, mientras se adentra en las calles y callejuelas de Grussent.
Cuando uno lee, por lo menos a mí me ocurre, lo que busca es pasar un buen rato y con las historias de Alexander Copperwhite lo conseguiréis. Tiene muchas y sólo es cuestión de elegir.