Hace tiempo que no nos divertimos jugando a ¿Qué ves? ¿Qué imaginas? y hoy me apetece perderme por esta estupenda sección con una nueva fotografía y miles de historias que imaginar en ella. ¿Y a vosotros? ¿Os apetece?
Vamos allá.
Mirad con detenimiento la siguiente imagen. Prestad atención a los detalles y guardad todo lo que veáis en vuestra mente.
¿Qué veis?
Contempladla sin prisa.
Mirad el maravilloso mar golpeando o, mejor, acariciando las rocas. Sus distintas tonalidades de azul, su espuma y sus secretos porque estoy segura de que guarda muchos.
Observad el faro, altivo, galante, haciendo frente al viento y al sol que cae ese día a plomo. Rocas, mar, sol y viento. También hierba verde, luminosa, que resiste al embate del salitre con gallardía caballeresca.
Es un lugar embriagador, precioso e hipnótico en el que parece que el tiempo se detiene o simplemente, desaparece.
Ahora, como en otras ocasiones, tras ver la imagen, cerrad los ojos y dejad que la imaginación haga el resto.
¿Qué imagináis?
Yo veo un farero, curtido por el viento y el paso de los años, que mira fijamente al mar. Busca algo ¿Qué será?
Miro con él. Me pongo a su lado y escruto el mar. Quiero saber qué busca y, entonces, entre la espuma y la sal, entre el sol y las olas, la veo. Es una hermosa sirena. ¿Puede ser? ¿Es eso lo que busca el farero? ¡Claro que sí! En la mente todo es posible. El único límite somos nosotros mismos.
¿Vosotros también veis a la sirena? Tal vez sí o tal vez, en realidad, lo que veis es a un poeta, a los pies del faro, contemplando la inmensidad de un mar que le abruma y que le recuerda lo pequeño e insignificante del ser humano. Se siente infortunado y mira las rocas, sus afilados cantos, mientras nota cómo su corazón se hace trizas al recordar como allí, en ese mismo lugar, declaró su amor infinito a la más desagradecida de las damas.
También podríamos imaginar batallas y guerras sin cuartel a los pies de esas rocas. ¿Cómo? ¿Cuáles? ¿Quiénes serían sus protagonistas? Todos o nadie. Solo depende de nosotros.
Ahora que hemos visto y hemos imaginado ‒que nos hemos divertido e incluso desestresado‒, como siempre, os develo dónde se hizo la fotografía. Se trata del faro de Isla Pancha en Ribadeo (Galicia). En la imagen que os he puesto solo se ve una parte de la construcción del faro para dar más protagonismo al mar. Es un lugar precioso que uno puede estar contemplando sin límite y que os invito a visitar.
El jardín del sur 