El jardín del sur

Hoy me apetece jugar. ¿Y a vosotros? Hace mucho, además, que no lo hacemos.

Sé que os gusta la sección ¿Qué ves? ¿Qué imaginas? y hoy nos lo vamos a pasar muy bien jugando a adivinar qué es lo que vemos y qué es lo que imaginamos.

Mirad la siguiente imagen.

¿Qué veis?

Parece de metal. Está borroso, como si se moviera, y brilla. Es un círculo del que sobresale una especie de bola con dos orificios bastante grandes y oscuros. El metal está arañado en algunas zonas y se ve cierta vejez en otras. Se usa.

Volved a mira la imagen y, después, cerrad los ojos.

¿Qué imagináis?

Yo veo una cabeza de metal con grandes ojos negros que miran a un lado buscando qué. ¿Qué será lo que buscan?

Parece una calavera metálica engarzada en alguna férrea estructura de grandes dimensiones. ¿Imagináis lo mismo?

Quizá, en realidad, pueda ser la insignia del escudo de una gran familia. Su enseña para las batallas. Metal y muerte en los ojos de esa calavera que mira amenazante en busca de almas que llevarse con ella al otro lado.  O, tal vez, simplemente sea una llave. Una especie de extraño picaporte que guarda la puerta a un mundo secreto y escondido para todos salvo para los elegidos.

No sé, no sé. También podría ser una simple ornamentación. Un detalle de una tumba o de un mausoleo. El signo que nos dice que allí descansan eternamente las almas de quienes moran el lugar. Un símbolo de expiración en la ciudad de los muertos.

Y si, en realidad, es un ser de otro mundo, de otra galaxia, que ha venido a entablar relación con los humanos. ¿Y si es un robot? Quizá estemos contemplando el nacimiento de un autómata en un mundo en el que Skynet ha ganado. ¿Qué creéis? ¿Podría ser?

Ahora abrid los ojos y mirad la siguiente imagen.

¿Sorpresa? Sí, lo sé. Es un simple grifo. La salida de agua de una bañera de hidromasaje.

Nada de lo que habíamos imaginado era real, pero es extraordinario lo que la imaginación, con un poco de ayuda, puede llegar a crear e inventar.

Hemos viajado a un cementerio y a la entrada de un mundo secreto. También nos hemos imaginado pendones y enseñas ondeando en batallas de grandes casas señoriales. Hemos visto el nacimiento de un autómata o la llegada de seres de otra nebulosa.

Cuántas cosas han desfilado por nuestra mente acompañadas únicamente de nuestra imaginación porque nunca olvidéis que la imaginación es poderosa.