
Ahora este término, el de escritor híbrido, nos es más cercano, lo hemos escuchado con mayor frecuencia, pero, en el fondo, es algo que no tiene nada de novedoso pues se practica desde hace siglos. Toda la vida ha habido escritores híbridos y algunos muy famosos como Dickens o Poe. ¿Y qué es un escritor híbrido? Bien, veamos. Un escritor híbrido es un escritor que, a lo largo de su carrera, alterna las dos principales formas de publicación, que son la llamada tradicional (con editorial clásica) y la autopublicación. Utiliza una u otra de acuerdo a diferentes motivos como son los económicos, de mercado, por su propia situación laboral, por el momento vital, etc.
Es una combinación que permite que las obras creadas avancen y no se queden estancadas en los cajones a la espera de la evolución del sistema editorial tradicional, que suele ir bastante más lento que la creación. Por norma, se organizan las publicaciones de forma trimestral o incluso anual y hay entonces obras que se quedan fuera y/o paradas, sobre todo si uno no es un escritor con fama. Se puede esperar e intentar formar parte de las publicaciones futuras o se puede publicar de otra manera, es decir, autopublicar.
Sirve no solo para dar salida a las creaciones, también para que el autor pueda vivir; ganar dinero al margen de las editoriales tradicionales y sus plazos clásicos (un pago anual por norma). Un año o dos de vacío con los únicos ingresos de obras anteriormente publicadas (sin que de ellas se hayan hecho películas, series o grandes tiradas y reimpresiones) es complicado, muy complicado. Como en todas las profesiones, la de escritor no iba a ser una excepción, el dinero es importante. Crear por crear sin ningún objetivo más allá del manido ‘yo solo quiero que otros me lean’ (sin aspiraciones económicas) suena muy bonito, pero es irreal. Sí que escribimos con el objetivo, por supuesto, de que otros nos lean y algunos, además, sin obsesionarnos por las tendencias del mercado, pero, lamentablemente, no solo por eso. No se puede escribir gratis. Uno debe cobra por su trabajo (que es tiempo, saber, estudio, conocimiento, belleza, etc.), sea este más o menos artístico. El arte no es gratis. Escribir sin esperar nada a cambio solo lo pueden hacer los que viven de otros ingresos (por otros trabajos o rentas) o los que ya tiene un nombre y que saben que, escriban lo que escriban, bueno o malo, se lo publicarán. También los que consideran esto un simple hobby, pero en este último caso creo que se trata de una categoría que no se puede incluir aquí.
Respecto a modificar tu manera de escribir para adaptarte a las modas del mercado e intentar así conseguir que una editorial tradicional se fije en ti, podríamos hablar largo y tendido, pero, desde mi punto de vista, es un error. Dejas de ser tú y así nunca conseguirás voz propia. Acabarás siendo una copia de otros, de los que sí triunfan y que no siempre lo hacen por el esfuerzo, la calidad y el trabajo. Hay tantos factores por los que unos triunfan y otros no, que copiar, solo copiar, no es la solución.
Otro de los motivos por los que se mezclan ambos mundos es por una cuestión de existencia del propio autor. Más allá de lo económico o de dar salida a obras ya terminadas, se trata de que los lectores no se olviden de ti y sepan que sigue ahí. Que cada día escribes y creas. Que no has tirado la toalla. Si esperas al mercado, siempre esperas, puede darse el caso (tenéis ejemplos por las redes) de que desaparezcas y ya nadie sepa nada de ti. Nunca debes olvidar que eres uno más, solo uno más. Este mercado está lleno de peces. De un tiempo a esta parte, de hecho, está a reventar. La autopublicación puede ser una muy buena solución al respecto. Puede ayudar(nos) a no desaparecer.
Esto que os cuento, en música es frecuente. También en cine. Es lo que habitualmente se conoce como cine independiente o música independiente. Si fuéramos justos, en literatura debería ser igual, aunque sabemos que no es así. Debería ser considerada literatura independiente y ser tratada en igualdad con el resto de obras, pero aunque hemos avanzado mucho en este sentido, singuen siendo muchos los que creen que la autopublicación es algo de lo que avergonzarse (hay autores que en cuanto publican de forma tradicional, se olvidan se su pasado. No hay nada, creo, más triste que renegar de cómo se inicia una carrera) o algo que no es bueno. ¿Motivos? Siempre suelen ser los mismos. Falta de criba, falta de calidad, etc. Críticas todas ellas fácilmente desmontables con la lectura de libros autopublicados entre los que uno puede encontrar, como ocurre en el mercado tradicional, libros malos, buenos y regulares. Al igual que puede encontrar obras mal o bien cuidadas, editadas, maquetadas, etc.
Ser un escritor independiente y estar fuera del circuito editorial tradicional tiene una serie de ventajas y una serie de inconvenientes (aquí los podéis encontrar explicados). Estar al otro lado, también. Por eso, la mezcla de ambos mundos me parece, en muchos casos, un acierto. Una manera de seguir vivo y de que tu obra también lo esté.
Un #escritorhíbrido es un escritor que, a lo largo de su carrera, alterna las dos principales formas de publicación, que son la llamada #tradicional (con editorial clásica) y la #autopublicación.
Tweet
El #escritorhíbrido. La mezcla de ambos mundos (la #edicióntradicional y la #autopublicación) me parece un acierto. Una manera de seguir vivo y de que tu obra también lo esté.
Tweet